¿Te
gustaría pasear a tu gato con correa? Difícil pero no imposible, aquí tenemos
algunos consejos de Jackson Galaxy para entrenar a tu gato a pasear con correa. Lleva tiempo (a veces mucho) y paciencia pero puede lograrse.
1. Conoce a tu gato. Si es de los que no le importa ser manipulados, es bastante seguro y no se asusta con facilidad, es probable que sea un buen candidato para este tipo de paseos.
2. Consigue el equipo adecuado. No es seguro que el gato camine con un collar tradicional, si se escapa y sube a un árbol, un collar elástico se saldrá mientras que uno regular puede ahorcarlo. Lo ideal son los arneses tipo “chaqueta” que encuelven el cuerpo del gato, aunque cualquier tipo de arnés podría funcionar.
1. Conoce a tu gato. Si es de los que no le importa ser manipulados, es bastante seguro y no se asusta con facilidad, es probable que sea un buen candidato para este tipo de paseos.
2. Consigue el equipo adecuado. No es seguro que el gato camine con un collar tradicional, si se escapa y sube a un árbol, un collar elástico se saldrá mientras que uno regular puede ahorcarlo. Lo ideal son los arneses tipo “chaqueta” que encuelven el cuerpo del gato, aunque cualquier tipo de arnés podría funcionar.
3. Que el gato tenga hambre. Muchos gatos responden a golosinas, así que
empieza con un gato hambriento. Cortar en trozos pequeños golosinas, ya que
cuando se llene, dejará de funcionar. Sólo dale al gato golosinas cuando estás
haciendo la capacitación, y limita la cantidad total.
4. Comienza con algo pequeño. En la primera sesión, coloca el arnés sobre el gato con confianza, que le quede ajustado pero no con fuerza. En el momento en que hayas terminado de ponérselo dale un premio. Si el gato se tira al suelo y se hace el muerto, le dan una golosina solamente si se mueve. Si está dispuesto a tratar de caminar en el arnés, le das una golosina cuando de un paso. En el momento en que el gato empieza a parecer abrumado, quitale el arnés y dale un premio para terminar con una nota alta. Durante todo el proceso, dar un montón de elogios y palmaditas cabeza.
4. Comienza con algo pequeño. En la primera sesión, coloca el arnés sobre el gato con confianza, que le quede ajustado pero no con fuerza. En el momento en que hayas terminado de ponérselo dale un premio. Si el gato se tira al suelo y se hace el muerto, le dan una golosina solamente si se mueve. Si está dispuesto a tratar de caminar en el arnés, le das una golosina cuando de un paso. En el momento en que el gato empieza a parecer abrumado, quitale el arnés y dale un premio para terminar con una nota alta. Durante todo el proceso, dar un montón de elogios y palmaditas cabeza.
5. Establece metas. Presiona el gato un poco más cada día, dale cada vez un poco mas de correa, cuando camine en cada nueva área con su cola hacia arriba, está listo para el siguiente paso.
6. Espera algunos contratiempos. Si el gato tiene miedo de algo, trata de desviar su atención hacia otra zona. Si el gato se asusta por completo, vuelve a la zona anterior en que estaba caminando hasta que esté seguro de nuevo. Trata de no levantarlo ya que disminuirás su confianza.
7. Ten cuidado si en tu barrio hay muchos perros sin correa; considera llevar el gato a un área que esté más protegida. No dejes que el gato coma o muerda cualquier cosa para evitar posibles envenenamientos o indigestiones. Tampoco permitas tu gato trepe a los árboles con una correa., no es seguro.
Adaptado de www.nytimes.com