El gato es uno de los animales que causa más casos de alergia porque el principal alérgeno (Fel d I) que afecta a las personas se produce en la saliva felina y las glándulas sebáceas de su piel. Lo que ocurre es que, al encargarse de su propia higiene, los gatos reparten este alérgeno por todo su pelaje y, en otras ocasiones, lo transmiten directamente al ambiente a través de la secreción de sus glándulas sebáceas.
Cuando estamos cerca o acariciamos a nuestro gato, inhalamos estos alérgenos a través de la nariz o la garganta y es entonces cuando pueden aparecer síntomas como congestión nasal, enrojecimiento y picor ocular o dificultad respiratoria.
Para disminuir las reacciones causadas por estos alérgenos tenemos que tomar precauciones en el ambiente y en nuestro propio gato, para empezar debemos mantener el hogar lo mas limpio posible, aspirando etc. de modo de poder eliminar la mayor parte de las escamas de la piel que portan estas sustancias, tambien se pueden tomar medidas en el propio gato como ser cepillarlo de forma rutinaria y bañarlo con shampoo antiseborreico de modo de disminuír la producción de caspa. Otra gran ayuda es el uso de homeopatía par tener estas reacciones bajo control.